¿Tiene alguna importancia el punto de vista biológico para la reflexión filosófica sobre moral y política? El enfoque del lenguaje moral y los valores políticos como fenómenos biológicos ha tenido muy diversos partidarios en la historia de la filosofía, pero también serios detractores. A comienzos del siglo pasado, por ejemplo, Moore rechazó el proyecto de construir una ética a partir de la teoría de la evolución con argumentos que influyeron profundamente en el desarrollo de la filosofía moral en la primera mitad del siglo XX; en los últimos años, Thomas Nagel ha negado enfáticamente que la biología como tal, no sólo la biología evolucionista, tenga algo que hacer en la filosofía moral y política. Nietzsche transitó por la vereda opuesta. Fue un ardiente partidario de colocar todo fenómeno bajo la lupa del "supremo punto de vista biológico", especialmente desde el llamado período medio. En particular, quiso evaluar en términos del valor para "la vida" la versión cristiana de la moral de la virtud y las éticas laicas de los filósofos modernos, una evaluación que llegó a ser francamente negativa cuando su concepto de vida quedó subsumido en su concepción final del poder. Tanto la moral que opera con los conceptos teológicos básicos de santidad, pecado y redención, como las principales éticas laicas de la modernidad (moral de la compasión, utilitarismo y ética kantiana) fueron estigmatizadas como enemigas mortales de "la vida". La ponencia analiza las conexiones y el desarrollo de los conceptos de vida, moral y poder en los escritos medios y finales de Nietzsche, procurando deshacer algunos enredos y poner en evidencia faltas de diferenciación que oscurecen las relaciones entre los tres términos; todo ello desde una perspectiva que valora el esfuerzo por conectar filosofía moral y biología, pero que desaprueba aspectos importantes de los ensayos realizados por Nietzsche en esta dirección.