Desde los años sesenta del siglo pasado existen tecnologías que utilizan un sistema perceptivo para sustituir otro que no puede ser usado. Esto es especialmente relevante para personas con daño en su sistema visual, para trabajos de extinción de incendios y para pilotos de avión aterrizando en condiciones climáticas adversas. Sin embargo, esos dispositivos tecnológicos no se usan de manera habitual: su uso no está generalizado. Un análisis de estos dispositivos revela que están pensados para seres pasivos que decodifican estímulos que provienen del dispositivo. Las nuevas propuestas desde psicología ecológica y cognición 4E señalan que los dispositivos de sustitución sensorial tienen que considerar la acción de los agentes y la información que especifica sus posibilidades de acción. El éxito de estos nuevos dispositivos depende de que su diseño y sus tests de usabilidad recojan los últimos avances teóricos a favor de un cambio de paradigma en Ciencias Cognitivas.