La ciencia históricamente se ha estructurado en base a disciplinas que, con mayor o menor éxito, han desarrollado su investigación y docencia en base a la definición y apropiación de una determinada porción de lo real. Ello ha producido una creciente parcelación del conocimiento al nivel de tornar la comunicación científica altamente problemática e improbable, tanto al interior de la ciencia, como entre la ciencia y la sociedad. Una de las respuestas enarboladas para poner freno a esta desdiferenciación y abordar a nuevos y problemas de mayor complejidad, ha sido el reiterado llamado a la realización de una ciencia distinta. Más allá de los autores y de las denominaciones empleadas para este fin, la mayoría coincide en un aspecto central: "La ciencia debe ser interdisciplinaria", se señala. ¿Qué quiere decir exactamente esto?, ¿qué implica en términos de práctica científica?, ¿qué formas de interdisciplinariedad han sido llevadas acabo con éxito y en qué ámbitos? Son algunas de las preguntas que esperamos poner sobre la mesa.